sábado, 11 de mayo de 2013

CIRUGÍA ABODOMINAL A CAMPO EN UN CABALLOS "EL DÍA DE LOS INOCENTES". DR. CARLOS FEDERCO RODRIGUEZ GARANTÓN. MV, CF by AFA.


Por: Dr. CARLOS FEDERICO RODRIGUEZ GARANTON

 
Ya tengo casi 3 años viviendo en el estado Vargas y la gente humilde de este estado que tienen tanto caballo me buscan a diario con sus ejemplares criollos unos de paseo, otros de coleo además de los de trabajo y los burritos no se escapan de ser usados en los cerros para subir materiales. Todos me ha agarrado cariño porque les veo sus caballos con mucho amor. Gente de toda Vargas me llama a diario o me escribe consultándome cosas de sus caballos y yo siempre estoy para ellos.


Yo vivo frente al mar y se interpone el campo de golf de Caraballeda, deporte que practique con pasión y competí en toda Venezuela llegando a ganar en el 2007 en primer lugar del ranquin nacional hasta que una situación particular me hizo separarme del todo. Pero igual aquí esta la bolsa de palos de golf esperándome a que me anime y todos los días la veo y me pica el ojo.
Yo desde mi balcón veo a mis amigos de otra época pasar jugando por el campo y los aplaudo en cada buena jugada, pero si es mala?. Hay papa!.
El día 27 de Diciembre me acuesto cansado tarde en la noche. A las 3am de la madrugada suela mi celular, era el señor Cruz quien vive a 2 cuadras de mi edificio y trabaja en el campo de golf, además tuene 4 ejemplares entre yeguas y caballos a los que adora con pasión. También tiene un hijo que es peli rojo y se llama Sony quien cree que es un afamado coleador. 


Me dice angustiado Carlos Federico se me esta muriendo el potro. Creo que tiene cólico. De inmediato salgo para allá. En 15 minutos llegue con la ropa que estaba durmiendo. El caballo castaño al que Sony llama mi potro de coleo se estaba tirando de cabeza contra un árbol del dolor que tenía. Los caballos con cólico algunos se suicidan o se infartan. Este caballo que había resultado ser tan valiente en otras ocasiones no estaba dispuesto a aguantar este dolor tan grande. Manejarlo de esta manera era imposible, estaba como loco. De inmediato no perdí el tiempo y me metí 5 cc de Xilacina y en menos de 30 segundos quedó neutralizado. Seguía respirando con dolor y le puse 40 cc de Metadol en la vena. Solo entonces lo pudimos manipular.
Busque la sonda naso esofágica y se le metí directo por el ollar vía al estómago y con el caballo adormitado fácilmente lo logré.
No salió nada del estómago, estaba vacío. 


En eso Cruz me comienza a contarme que a las 2am el caballo revolcándose se salió por debajo del los tubos del puesto y llego hasta la puerta de metal de su cuarto y comenzó a golpearla durísimo. Por cierto que hacía una semana lo había herrado con herraduras nuevas mi hermana María Carolina Fuenmayor Garantón en el último curso de Podología en Equinos y Arte de Herrar Caballos. En lo que Cruz salió el caballo lo vio y se tiró al piso a revolcarse en el cemento que casi se mata metiéndole la frente a la pared.
Mandé a buscar a esa hora 1lt de anís de aguardiente y se lo metí de inmediato por la sonda. El anís es una excelente antiflatulento y el aguardiente emborracha al caballo, lo que mantendrá al caballo anestesiado de la rasca. También le metí 2 litros de aceite por la sonda con la finalidad de lubricar el contenido intestinal.


Comenzamos a hidratarlo con una caja de Ringer Lactato que mantengo en mi camioneta. El caballo nunca mejoró. Ya amaneciendo comenzó de nuevo a ponerse inmanejable por lo que decidí sedarlo al punto de dormirlo para que se tranquilizara. Le coloqué de nuevo Xilacina en la vena y se calmó. Las mucosas estaban de buen color pero ya a las 6 am sabía que si no lo operaba se iba a morir frente a mis ojos.


Comencé a llamar a cuanta gente me pudiera ayudar, pero era 28 de Diciembre día de los inocentes y nadie me cría la situación, lo que me llevó a tener que esperar hasta que al fin comenzó aparecer la gente. Yoiner José Navas Colmenares fue el primero en llegar, mi hermana también y acto seguido apareció todo el mundo. Ya con mis otros alumnos y amigos Eduardo Rivero, Reimundo Rodríguez armamos el quirófano debajo de un árbol lo anestesiamos y en menos de 10 minutos ya estaba yo abriendo el caballo pero al abrir de inmediato pude observar el color morado cianótico de infarto intestinal. Eran mas de 6 metros y medio que ya estaban necrosados y una peritonitis instaurada en la cavidad peritoneal. Allí se me derrumbó mi ilusión de tratar de salvar al castaño sin importar el costo. Le dije a Cruz que lo sentía mucho y se puso a llorar Sony batuqueando todo a su paso mientras lloraba la situación.


El caballo lamentablemente le dio un paro respiratorio antes de poder seguir con la cirugía. Un inmenso trombo producto de un aneurisma verminoso producto del Strongylus vulgarys acabo con mis ilusiones. Pero. ¿Cómo saberlo sin abrir primero?. Era imposible.


Este relato tal vez no tiene el final feliz que la mayoría de los trabajos publicados. Pero seguro servirá de ejemplo para muchos de que nunca hay que darse por vencidos y que hay que intentar salvar al caballo hasta el último momento. Y este caballo no lo logró. Pero, ¿y si lo logra?. Este cuento tendría un final increíble como muchos otros finales. Solo había que intentarlo.
Dios sabe que hice todo lo que pude por salvarlo y Cruz su dueño junto a Sony también lo sabe. 


El esfuerzo de trajo 3 aguacates de injerto que estaban muy ricos y un cartón de huevos de gallinas criollas.




Que Dios nos bendiga a todos y me siga guiando hacer lo imposible por salvar cuanto caballo se me presente. Amen!



Dr. M. V. Carlos Federico Rodriguez Garantón, M.V-UCV-FCV.
Contactos:
Mail:carlosfrodriguezg@hotmail.com
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Twitter: cfrgvetfarrier

 

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